Para evitar casarse con un hombre sesenta años mayor que ella, April huye de Prusia a Londres, donde se hará pasar por una dama de compañía.
Julian, único heredero del marquesado de Woodward, ha decidido no casarse ni tener descendencia, para vengarse de su padre. April y Julian se conocen por casualidad. Él cae rendido ante la belleza de April, y ella lo detesta casi al instante por su altivez. Pero él la desea, y no piensa desistir hasta tenerla en su cama.
No hay riesgos, es una sirvienta: por más que le obsesione jamás podría hacerla su esposa.