Los niños acceden a la escuela infantil con un lenguaje verbal más o menos rudimentario, pero poseen todas las aptitudes para comunicarse no verbalmente. En esta obra, D. ZIMMERMANN plantea la importancia de la expresión no verbal en el niño y en el educador, a partir del estudio de la conducta de varios preescolares observados en la escuela durante tres años por sus enseñantes. Al realizar esta investigación, el autor desea revelar lo que sucede a menudo en el secreto de la práctica pedagógica: ¿quiénes son los niños advertidos, «seguidos» y por qué lo son? Tras las experimentaciones, la observación sistemática se revela como una intervención educativa fundamental: la comunicación no verbal, establecida por iniciativa del adulto, suscita una intensa comunicación verbal deseada por el niño. Esta situación también produce efectos en los enseñantes, catalizando o provocando interrogaciones y replanteamientos que permiten establecer las bases de una profunda modificación de la relación pedagógica. La lectura de esta obra será de gran interés para docentes, pedagogos, psicólogos y toda persona vinculada a la educación infantil.