Sin evaluación no existiría ni el éxito ni el fracaso escolar. Ambos calificativos son fruto de las valoraciones, intuiciones y técnicas que emplea el profesorado para evaluar y clasificar a sus alumnos y alumnas. En esta obra se describe el modo en que la escuela «fabrica» día a día los juicios y las jerarquías de excelencia escolar. Del análisis de los programas y de las reglas que gobiernan la evaluación el autor pasa a la descripción del trabajo cotidiano en las aulas y de aquellas cuestiones que son constantemente objeto de atención y que condicionan la evaluación del profesorado. Constata también que no se evalúa del mismo modo ni los mismos aspectos en cada asignatura, sino que se toman en consideración notas idiosincrásicas, a veces contradictorias y, en la mayoría de los casos, con pesos muy diferentes. ¿Cuáles son las cuestiones y las reglas que guían la evaluación? ¿Cómo queda ésta incluida en el curriculum real? ¿Cuáles son los procedimientos, los instrumentos y las arbitrariedades de la evaluación? ¿Qué funciones tiene la evaluación dentro del sistema escolar? Estas son algunas de las preguntas fundamentales alas que el presente libro ofrece respuestas basadas en la cuidadosa observación de un gran número de aulas.